UN MUNDO EN URGENCIA POR UNA
TEOLOGÍA CONTEXTUAL: entre la contemplare
y la experientia.
Adolfo Cespedes
Universidad
Reformada
La
teología, se ha convertido en la ciencia que ha tratado de sobrevivir de las
exclusividades, aun en cuestiones de disciplina, ¿cómo lo ha hecho? Hoy desde un
punto de vista al que llamamos interdisciplinariedad. La misma necesidad de dar
respuesta en pleno siglo XXI a hechos que se les escapa de las manos a nuestra
sociedad, ha arrastrado a la teología a mostrar a un Dios no tan trascendente
como se le pensó, es decir, se ha resucitado a Dios desde las ciencias para que
él pueda mostrar una visión de sí mismo que lo haga no solo entenderlo sino
verlo actuar.
Al
tener las cosas así, pues pensamos ¿De qué forma podemos construir teología
contextual? Y vemos una solución
mediática ante la situación que tenemos y es aquel inter-dialogo con otras
ciencias, que lleva a una mentalidad pluralista
y este implícito una visión de la acción de Dios en la tierra en todos
sus aspectos supra y sub terrenos, situación que nos hará pensar ¿Cómo debe ser
ese dialogo, no solo con las disciplinas, sino con el mundo desde sus
problemáticas sociales? Y de ser así ¿Cuáles serían sus puntos claves? Así que
esta pregunta anterior debe llevarnos a una respuesta adecuada de ¿Qué es lo que le urge a esta sociedad, en
la que la teología se ha atrevido a responder?
Es
pues este ensayo una forma para llegar hacia donde nos dirigimos, ya que
sabemos que debe ser tocante en los siguientes aspectos: lo que significa la palabra teología y sus
implicaciones, luego se tocara aspectos de la teología clásica en cuanto a sus
discusiones sobre fe y razón, también se verá cómo se fue avanzando a manera de
ver la teología dentro de los académicos para más tarde discutirse en cómo la
teología latinoamericana y su características contextuales han hecho un fuerte
impacto a esas problemáticas sociales, luego destacaremos que significaría para
nosotros la teología contextual y sus puntos de desarrollo para el ahora, en
que partes es necesario ser contextual, para terminar proponiendo una forma de
ser teólogo y de hacer teología contextual para nuestro mundo actual.
Nuestra Epistemología clásica
En
primer lugar la teología desde un comienzo se ha entendido como un
conocimiento, una forma de entender o comprender -que son palabras propias de
la inteligencia-, sobre Dios o sobre alguna fe en particular, por
eso se ha descrito como “Teo” Dios, “Logos”
estudio o conocimiento, esta tradicional forma de ver la teología no ha
cambiado mucho hoy, se sigue pensando que es un conocimiento de Dios, pero la
gran diferencia es ¿En que estuvo dirigido ese conocimiento?, antes podría
afirmarse que lo estuvo desde hacia arriba, mirando a Dios como el ser que todo
lo controla y que todo lo demás es su objeto, hoy día y de lo que hablaremos
con más especificidad adelante es que se piensa que ese conocimiento o esa fe
intelectual no se queda allí en la contemplación de Dios o la de los hombres
hacia quien es Dios, sino en la misma experiencia, en el acto de Dios que nos
hace ver como más que objetos de su acción, sujetos activos en la acción por el
mundo.
De
hecho el cristianismo se convirtió en una racionalidad que por cierto
dicotómica, por un lado platónica y neoplatónica, que podría decir
atrevidamente muy metafísica y mistica, y el otro lado aristotélica que podría
decir muy trascendental, dos concepciones filosóficas que han dominado el
mundo, desde sus puntos de vista, y que aún hoy nos han creado graves problemas
desde sus perspectivas de ver el mundo en todas sus partes.
“Esta
empresa teológica discurre por dos sendas diferentes. Por un lado, se procede
desde la tradición racionalista platónica, analizando conceptos esenciales, por
ejemplo, el de la divinidad, para incurrir sobre necesidad apodíctica de
afirmar como verdades induditables proposiciones ya aseveradas y confesadas por
la fe” (Rivera Pagan, Luis 2004,35)
No
obstante contra todo ese mundo platónico que se nos había planteado, pues surge
la teología como más que una ciencia en sí, como un saber racional, pues así tomas
de Aquino lo asume en su pensamiento en la
Summa Teológica, que es una sabiduría que une a Dios con los hombres,
tomas de Aquino va a superar un poco – no en todo su aspecto- la problemática
fe y razón, ya que dice que ellas dos se corresponden. Cabe destacar que el
paso fue tanto un pequeño progreso a nuestro pensamiento moderno y pos moderno,
llamada interdisciplinariedad, ya que dialoga con las ciencias sociales,
psicológicas, biológicas para discutir temas que podríamos decir hacen parte de
la fe.
Pero
aun así no debemos cantar victoria en este aspecto, la superación de la
problemática quedo como simple utopía, ya que a pesar de saber que ese
conocimiento e inteligencia de la fe, se hacía cada vez más racional, menos se
hacía más práctica la reflexión. Tanto que después de tomas se le utilizo y se
le sistematizo en lo que llamaríamos el tiempo de la escolástica, así pudo
hacer fusión entre dos culturas que se peleaban entre sí solo por tener claro
el orden de ideas en el mundo.
“…por
otro lado, puede procederse bajo la influencia filosófica de Aristóteles y
tratar de demostrar, mediante el análisis de la realidad externa, empírica, la
armonía entre las verdades adquiribles racionalmente y las afirmables mediante
la revelación.” (Rivera Pagan, Luis 2004, 35)
Dentro de estas dos variantes polarizadas una de la otra,
se centró lo que podríamos llamar la racionalidad cristiana, encerrada en
conceptos Teo - filosóficos, de allí que se
diga que una está superitada a la otra, en este caso la teología a la
filosofía. Agustín de Hipona utiliza el platonismo para acercarse al
conocimiento de Dios con su ciudad de Dios, mientras que tomas de Aquino su
racionalidad es tanta que trata de conjeturar a Dios a partir de conceptos
veraces y palpables como la demostración de su existencia. Pero no son ellos
quienes hablen de la fe dándole un lugar especial -claro está desde mi punto de
vista-, por el contrario la subordinan a la razón.
Después de esto pues encontramos a alguien que se
acercara a la compresión correlacionadora de la una a la otra, este es el caso
de san Anselmo, aunque su comprensión no es que haya hecho un gran efecto influyente
en la forma de mirar a estos dos puntos como lo son la teoría-razón y la
fe-experiencia. San Anselmo dice que no trata de entender para creer, sino que
cree para poder entender, pues creía, ya que si no creyera no entendiera, este
es un aporte a como la experiencia va a ir tomando su lugar dentro de lo que
cabe en la teología, y nos introduce hacia donde quiero llevarlos, a que toda
teoría o hecho reflexivo de ella, no solo necesita, sino que proviene de una
pre - comprensión de ese modo de pensar o fenómeno reflexivo, y está
completamente ligada a una fe hecha vida, es decir, a una experiencia, en otras
palabras, el mundo de hoy no puede conformarse con saber algunas cosas sobre
Dios, sino que necesita sentirlo, experimentarlo, que la comprensión de él
provenga de sus sentidos y no meramente de su racionalidad. La discusión
sentido y razón, debe estar superada hoy día, ya que la una necesita de la otra
para hacer una puesta en común para la vida de la comunidad eclesial.
Aquellas comunidades en donde predomina más los dogmas y
preceptos, estatutos y leyes de su comunidad, antes bien que la experiencia
cercana y relacional con Dios, es una comunidad legalista y poco comprensiva de
la realidad objetiva de la misma subjetividad humana.
El polo de la “situación temporal”
como nuevo eje epistémico
Antes de tomar a Paul Tichill no podemos obviar en tiempo
cronológico a una situación que se nos dio en la que llamamos la ilustración,
un periodo esplendido para la racionalidad humana, ya que ella no solo tomo un
lugar, sino que acaparo casi a finales de ella misma todo el lugar. Aunque no
podemos olvidarnos de aquellos que hicieron apología de los temas relevantes
desde la situación de razón-fe, como lo podría ser Kant con sus críticas a las
formas de razón con su libro La religión
dentro de los límites de la mera razón tanto que él dice que existen dos
clases de razones: la razón pura y la razón práctica que viene a ser un avance
con nuestra visión de la experiencia-práctica y una contrapropuesta a la
ilustración, así mismo Locke, Hume, Rousseau quienes desde la teología racional
dieron indicios de una defensa de esta, aunque más tarde se llegó al extremismo
racional del siglo diecinueve como lo fue para Comte, Feuerbach, Marx, y Nietzsche.
Al fin y al cabo la discusión no cesa, y sigue en pie desde el existencialismo
y es hoy parte de la discusión actual llevada a las iglesias, convertido en un
dialogo dramático para algunas, mientras que para otras una aventura sin
escape.
Un ejemplo de esto es Paul tillich quien a pesar de su
polaridad a hablar de teología, porque nos refiere a dos situaciones que
parecen alejadas la una a la otra como lo es el mensaje que viene a ser la
verdad fundamental en palabras textuales de Paul tillich, y el otro extremo es
como se argumenta ese mensaje a una situación temporal, es decir a un asunto de
la actualidad, que ese mensaje cognoscitivo pueda ser interpretado para la vida
de una comunidad y sus necesidades, es en esa interpretación que puede
comprenderse la realidad verídica de necesidad de las personas.
Cita
paul tillich (15) respaldando lo que decimos “La mayoría, o bien sacrifican
elementos de la verdad, o bien no son capaces de hablar del momento actual.
Algunos de ellos adolecen de ambas deficiencias. Temerosos de perder la verdad
eterna, la identifican con alguna teología del pasado, con conceptos y
soluciones tradicionales, y tratan de imponerlos a una situación nueva y
distinta. Confunden la verdad eterna con la expresión temporal de la verdad.
Esto resulta evidente en la ortodoxia teológica europea, conocida como
fundamentalismo”
Se ha acentuado la verdad (razón) sobre las exigencias
cambiantes de las situaciones cotidianas y esto ha llevado a interpretaciones muy
lejanas a la existencia humana. Ya que se falla en entrar en esa situación
temporal del hombre al colocar la verdad sobre cualquier cosa. Pero la teología
que predomina la situación de las personas en la existencia de sus vidas
(experiencia-praxis) para llevar ese mensaje eterno, es aquel que se acerca
mucho más a su realidad contextual para partir de ella y leer la biblia y su
mensaje desde ella.
¿Un mensaje para una realidad o una
realidad para un mensaje?
Así fue como la teología latinoamericana influencio con
su mensaje de liberación. Antes en casi más de una década hablábamos de la
teología del atlántico norte con gran fascinación, es más la cátedra de
teología contemporánea estaba envuelta en el pensamiento de bultmann, moltmann,
pannenberg, tillich y muchos más, todos con diferentes focos pero apreciaciones
teo-filosoficas a cerca de lo abstracto del pensamiento en términos de la
teología, Alemania había tomado la teología reformada y la había convertido en
libros inmensos y en conceptos casi ininteligibles al leerlos.
Pero
entonces de algunos años para acá el mundo habla de lo que los teólogos de
Latinoamérica están pensando y de la clave que los está llevando a ser
eficientes en su manera de pensar: la forma de llevar a la realidad lo que se
reflexiona, como la vida diaria nos habla del hambre, la pobreza, la miseria,
la marginalidad y estos autores están pensando y reflexionando sobre esto y
llamando a que la iglesia como representante del reino de Dios actué al
beneficio de estos. Los teólogos nos están invitando a tomar en cuanto a los
más pobres y necesitados, a colocarlos en nuestras primeras líneas de reflexión
para dejar a un lado nuestras discusiones innecesarias sobre si Jesús era o no
era Dios, estamos tomando la cristología y la estamos haciendo inmanente para
quienes la tenían como algo totalmente trascendente.
Sin
embargo aquellos que están dentro de la línea de pensamiento europeo están
dándose cuenta que los latinos están pensado para la vida. Personajes como Juan
J. Tamayo-acosta, Juan M. vigil estos españoles han reflexionado como latinos,
escriben desde la marginalidad y todo porque la teología latinoamericana, la de
la Liberación penetro profundo el pensamiento y ahora se habla desde la
exclusividad y la inaceptación, se habla de la cristología en términos de la
mujer, de los necesitados, de la economía como nuevo proceso teológico pero que
ha sido aplastante para los pobres, eso nos quiere decir que los autores de hoy
están bebiendo la forma en como Latinoamérica lo está haciendo, para construir,
claro está, su propio contenido teológico desde su contexto.
La
clave o hermenéutica de los pobres, la opción por los que son minoritarios está
cada vez tomando fuerza, aunque hay quienes intervienen en el proceso y siguen
con el pasado fundamentalista que los arropa y que los sigue llevando al
pensamiento anglosajón, consecuentemente arrastrándonos a un retroceso
teológico y a seguir viviendo de lo trascendental y abstracto, que llamaría
como el arte de construir conceptualmente con intenciones de distinciones
religiosas que sigue llevando a aquellos a ser una iglesia exclusivista y con
poca apertura al diálogo ecuménico, mientras que los que han tomado la opción
por el contexto de vida de Latinoamérica que es la pobreza evidente, está
arrojándonos al dialogo con aquellos que han sido excluidos de las religiones
oficiales para nuestras sociedades,
aquellos movimientos religiosos, tribus, leyendas indígenas religiosas
están siendo tenidas en cuenta en el dialogo a partir de que la teología de la liberación ha dado
el paso para pensar en los marginados.
Entonces
vemos la importancia de la contextualización teologica como un objeto
importante cuando se habla de teología, ya que no solo vamos a tocar un bagaje
Bíblico sino que este necesita de la importante reflexión con la realidad sin
que esta dejara el debido respeto por la Biblia- como todo buen evangélico –
para argumentar sus propuestas en fin de la transformación de aquella.
Una cultura, poder y discriminación:
el contexto como desafío
Con
respecto a la contextualidad del mensaje que debemos expresar a la gente desde
su realidad, no debemos olvidar que ella a pesar de su necesidad, también lleva
implícito una estructura que lo hace característico, es decir, no es solo ver
el mensaje, ver la necesidad, sino también ver el desafío, y a quien tendríamos
que culpar de la vivencia de miseria como realidad imperante, es a la cultura
dominante. Cada cultura es diferente en sí, y ella está relacionada
directamente proporcional a su contexto, eso quiere decir en regla de tres que
el contexto que asume la cultura que se está viviendo hoy día es de poder y
exclusividad. Pannotto, Nicolas ( ) dice
que la teología es siempre una construcción de sentido inscripta en contextos específicos, o sea que la
teología siempre partirá de un y hacia un contexto y por lo tanto una cultura
especifica.
Así
pues lo que pretendo es proponer o quizás re proponer una dinámica en círculos
de dos términos importantes, en la que se vea superado esa ilustración o esa
máxima atención en la razón, como superioridad ante la experiencia o fe de
vida, una que lleve de la logia como
estudio o discurso comprensible, al Teo, pero
que luego vuelva al discurso o dialogo pero que de nuevo nunca olvide al Teo, a esa experiencia con Dios que se
ve reflejada en las relaciones con los prójimo, al colocar horizontalmente a la
razón y fe, nos despojamos de una categoría cultural de poder y discriminación,
ya que nuestro dialogo comprensible estará centrado y vinculado en las
relaciones que tienen que ver Dios y el prójimo.
Dicho
de otra manera y en palabras de nuevo de Nicolas Pannotto, se necesita…un dialogo que reconozca la necesidad de apertura
de su quehacer, donde todas las voces deben ser escuchadas y donde cada una de
ellas posee un lugar particular de veracidad… tanto la racionalidad como la
experiencia son parte del bagaje que todo teólogo tiene que dinámicamente
aprender a colocar en su dialogo, en unos elementos de igualdad y no de
superioridad.
Por
esto ante un contexto de injusticia y de desprotección de los pobres,
necesitamos de reflexión crítica que conlleve a la experiencia de justicia y
paz, ante una cultura que explote a las mujeres, discrimine a los diferentes,
no proteja a los débiles, la necesidad es la presentación de un Dios que está a
favor de los pobres, los débiles y los marginados, estableciendo relaciones de
igualdad entre todos los seres humanos. Cuando el patriarcado nos muestra un
contexto de imágenes masculinas en la divinidad y en cualquier oficio a
realizar, excluyendo a las imágenes femeninas, debemos argumentar la parte
femenina de Dios y proponer una sociedad de iguales. La necesidad de un dialogo
reflexivo entre razón y fe, se hace tan importante que altera o influyen en la
manera en que transmitimos nuestro mensaje a la sociedad, y en la forma en que
se utiliza de este discurso para transformar la misma.
Razón - Fe en un dialogo de iguales
La
teología necesita salir de los claustros científicos para que pueda proponer
una teología que pueda ser discurso y dialogo para la participación no de unos
pocos, sino de toda la comunidad, que la divulgación académica no necesite ser devocional
para ser entendida por quienes consumen la teología, sino que la academia y la
devoción puedan ir de la mano de forma que se hable de lo que la iglesia cree,
y no de solo los que ellos creen.
La
experiencia basada en la fe es un acto, más que un concepto, es un compromiso
con el otro, en una relación con los demás, más que un cumulo de definiciones,
así que estas definiciones necesitan estar expresadas en la vida diaria para
con los que viven en necesidad, la praxis de la teología es tan fundamental
como cada uno de criterios o concepciones en un dialogo de iguales, que no sea
solo contemplación de la realidad, sino que también pueda mezclarse en la misma
experiencia real en el contexto en que se esta dando el mensaje teológico.
Bibliografía
1.
Rivera Pagan, Luis (2004) Signos de
Vida: Fe y Razón en la teología Clásica. Pag, 34 – 36.
2.
Paul Tillich, Teología Sistemática I.
3.
Nicolas Pannotto, La Globalización y la
Interculturalidad
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