miércoles, 19 de junio de 2013



UN MUNDO EN URGENCIA POR UNA TEOLOGÍA CONTEXTUAL: entre la contemplare y la experientia.


Adolfo Cespedes
Universidad Reformada


La teología, se ha convertido en la ciencia que ha tratado de sobrevivir de las exclusividades, aun en cuestiones de disciplina, ¿cómo lo ha hecho? Hoy desde un punto de vista al que llamamos interdisciplinariedad. La misma necesidad de dar respuesta en pleno siglo XXI a hechos que se les escapa de las manos a nuestra sociedad, ha arrastrado a la teología a mostrar a un Dios no tan trascendente como se le pensó, es decir, se ha resucitado a Dios desde las ciencias para que él pueda mostrar una visión de sí mismo que lo haga no solo entenderlo sino verlo actuar.
Al tener las cosas así, pues pensamos ¿De qué forma podemos construir teología contextual?  Y vemos una solución mediática ante la situación que tenemos y es aquel inter-dialogo con otras ciencias, que lleva a una mentalidad pluralista  y este implícito una visión de la acción de Dios en la tierra en todos sus aspectos supra y sub terrenos, situación que nos hará pensar ¿Cómo debe ser ese dialogo, no solo con las disciplinas, sino con el mundo desde sus problemáticas sociales? Y de ser así ¿Cuáles serían sus puntos claves? Así que esta pregunta anterior debe llevarnos a una respuesta adecuada  de ¿Qué es lo que le urge a esta sociedad, en la que la teología se ha atrevido a responder?
Es pues este ensayo una forma para llegar hacia donde nos dirigimos, ya que sabemos que debe ser tocante en los siguientes aspectos:  lo que significa la palabra teología y sus implicaciones, luego se tocara aspectos de la teología clásica en cuanto a sus discusiones sobre fe y razón, también se verá cómo se fue avanzando a manera de ver la teología dentro de los académicos para más tarde discutirse en cómo la teología latinoamericana y su características contextuales han hecho un fuerte impacto a esas problemáticas sociales, luego destacaremos que significaría para nosotros la teología contextual y sus puntos de desarrollo para el ahora, en que partes es necesario ser contextual, para terminar proponiendo una forma de ser teólogo y de hacer teología contextual para nuestro mundo actual.
Nuestra Epistemología clásica
En primer lugar la teología desde un comienzo se ha entendido como un conocimiento, una forma de entender o comprender -que son palabras propias de la inteligencia-, sobre Dios o sobre alguna fe en particular,  por eso se ha descrito como “Teo”  Dios, “Logos” estudio o conocimiento, esta tradicional forma de ver la teología no ha cambiado mucho hoy, se sigue pensando que es un conocimiento de Dios, pero la gran diferencia es ¿En que estuvo dirigido ese conocimiento?, antes podría afirmarse que lo estuvo desde hacia arriba, mirando a Dios como el ser que todo lo controla y que todo lo demás es su objeto, hoy día y de lo que hablaremos con más especificidad adelante es que se piensa que ese conocimiento o esa fe intelectual no se queda allí en la contemplación de Dios o la de los hombres hacia quien es Dios, sino en la misma experiencia, en el acto de Dios que nos hace ver como más que objetos de su acción, sujetos activos en la acción por el mundo.
De hecho el cristianismo se convirtió en una racionalidad que por cierto dicotómica, por un lado platónica y neoplatónica, que podría decir atrevidamente muy metafísica y mistica, y el otro lado aristotélica que podría decir muy trascendental, dos concepciones filosóficas que han dominado el mundo, desde sus puntos de vista, y que aún hoy nos han creado graves problemas desde sus perspectivas de ver el mundo en todas sus partes.
“Esta empresa teológica discurre por dos sendas diferentes. Por un lado, se procede desde la tradición racionalista platónica, analizando conceptos esenciales, por ejemplo, el de la divinidad, para incurrir sobre necesidad apodíctica de afirmar como verdades induditables proposiciones ya aseveradas y confesadas por la fe” (Rivera Pagan, Luis 2004,35)

No obstante contra todo ese mundo platónico que se nos había planteado, pues surge la teología como más que una ciencia en sí, como un saber racional, pues así tomas de Aquino lo asume  en su pensamiento en la Summa Teológica, que es una sabiduría que une a Dios con los hombres, tomas de Aquino va a superar un poco – no en todo su aspecto- la problemática fe y razón, ya que dice que ellas dos se corresponden. Cabe destacar que el paso fue tanto un pequeño progreso a nuestro pensamiento moderno y pos moderno, llamada interdisciplinariedad, ya que dialoga con las ciencias sociales, psicológicas, biológicas para discutir temas que podríamos decir hacen parte de la fe.
Pero aun así no debemos cantar victoria en este aspecto, la superación de la problemática quedo como simple utopía, ya que a pesar de saber que ese conocimiento e inteligencia de la fe, se hacía cada vez más racional, menos se hacía más práctica la reflexión. Tanto que después de tomas se le utilizo y se le sistematizo en lo que llamaríamos el tiempo de la escolástica, así pudo hacer fusión entre dos culturas que se peleaban entre sí solo por tener claro el orden de ideas en el mundo.
“…por otro lado, puede procederse bajo la influencia filosófica de Aristóteles y tratar de demostrar, mediante el análisis de la realidad externa, empírica, la armonía entre las verdades adquiribles racionalmente y las afirmables mediante la revelación.” (Rivera Pagan, Luis 2004, 35)
           
            Dentro de estas dos variantes polarizadas una de la otra, se centró lo que podríamos llamar la racionalidad cristiana, encerrada en conceptos Teo - filosóficos, de allí que se  diga que una está superitada a la otra, en este caso la teología a la filosofía. Agustín de Hipona utiliza el platonismo para acercarse al conocimiento de Dios con su ciudad de Dios, mientras que tomas de Aquino su racionalidad es tanta que trata de conjeturar a Dios a partir de conceptos veraces y palpables como la demostración de su existencia. Pero no son ellos quienes hablen de la fe dándole un lugar especial -claro está desde mi punto de vista-, por el contrario la subordinan a la razón.
            Después de esto pues encontramos a alguien que se acercara a la compresión correlacionadora de la una a la otra, este es el caso de san Anselmo, aunque su comprensión no es que haya hecho un gran efecto influyente en la forma de mirar a estos dos puntos como lo son la teoría-razón y la fe-experiencia. San Anselmo dice que no trata de entender para creer, sino que cree para poder entender, pues creía, ya que si no creyera no entendiera, este es un aporte a como la experiencia va a ir tomando su lugar dentro de lo que cabe en la teología, y nos introduce hacia donde quiero llevarlos, a que toda teoría o hecho reflexivo de ella, no solo necesita, sino que proviene de una pre - comprensión de ese modo de pensar o fenómeno reflexivo, y está completamente ligada a una fe hecha vida, es decir, a una experiencia, en otras palabras, el mundo de hoy no puede conformarse con saber algunas cosas sobre Dios, sino que necesita sentirlo, experimentarlo, que la comprensión de él provenga de sus sentidos y no meramente de su racionalidad. La discusión sentido y razón, debe estar superada hoy día, ya que la una necesita de la otra para hacer una puesta en común para la vida de la comunidad eclesial.
            Aquellas comunidades en donde predomina más los dogmas y preceptos, estatutos y leyes de su comunidad, antes bien que la experiencia cercana y relacional con Dios, es una comunidad legalista y poco comprensiva de la realidad objetiva de la misma subjetividad humana.
            El polo de la “situación temporal” como nuevo eje epistémico
            Antes de tomar a Paul Tichill no podemos obviar en tiempo cronológico a una situación que se nos dio en la que llamamos la ilustración, un periodo esplendido para la racionalidad humana, ya que ella no solo tomo un lugar, sino que acaparo casi a finales de ella misma todo el lugar. Aunque no podemos olvidarnos de aquellos que hicieron apología de los temas relevantes desde la situación de razón-fe, como lo podría ser Kant con sus críticas a las formas de razón con su libro La religión dentro de los límites de la mera razón tanto que él dice que existen dos clases de razones: la razón pura y la razón práctica que viene a ser un avance con nuestra visión de la experiencia-práctica y una contrapropuesta a la ilustración, así mismo Locke, Hume, Rousseau quienes desde la teología racional dieron indicios de una defensa de esta, aunque más tarde se llegó al extremismo racional del siglo diecinueve como lo fue para Comte, Feuerbach, Marx, y Nietzsche. Al fin y al cabo la discusión no cesa, y sigue en pie desde el existencialismo y es hoy parte de la discusión actual llevada a las iglesias, convertido en un dialogo dramático para algunas, mientras que para otras una aventura sin escape.
            Un ejemplo de esto es Paul tillich quien a pesar de su polaridad a hablar de teología, porque nos refiere a dos situaciones que parecen alejadas la una a la otra como lo es el mensaje que viene a ser la verdad fundamental en palabras textuales de Paul tillich, y el otro extremo es como se argumenta ese mensaje a una situación temporal, es decir a un asunto de la actualidad, que ese mensaje cognoscitivo pueda ser interpretado para la vida de una comunidad y sus necesidades, es en esa interpretación que puede comprenderse la realidad verídica de necesidad de las personas.
Cita paul tillich (15) respaldando lo que decimos “La mayoría, o bien sacrifican elementos de la verdad, o bien no son capaces de hablar del momento actual. Algunos de ellos adolecen de ambas deficiencias. Temerosos de perder la verdad eterna, la identifican con alguna teología del pasado, con conceptos y soluciones tradicionales, y tratan de imponerlos a una situación nueva y distinta. Confunden la verdad eterna con la expresión temporal de la verdad. Esto resulta evidente en la ortodoxia teológica europea, conocida como fundamentalismo”
           
            Se ha acentuado la verdad (razón) sobre las exigencias cambiantes de las situaciones cotidianas y esto ha llevado a interpretaciones muy lejanas a la existencia humana. Ya que se falla en entrar en esa situación temporal del hombre al colocar la verdad sobre cualquier cosa. Pero la teología que predomina la situación de las personas en la existencia de sus vidas (experiencia-praxis) para llevar ese mensaje eterno, es aquel que se acerca mucho más a su realidad contextual para partir de ella y leer la biblia y su mensaje desde ella.
            ¿Un mensaje para una realidad o una realidad para un mensaje?
            Así fue como la teología latinoamericana influencio con su mensaje de liberación. Antes en casi más de una década hablábamos de la teología del atlántico norte con gran fascinación, es más la cátedra de teología contemporánea estaba envuelta en el pensamiento de bultmann, moltmann, pannenberg, tillich y muchos más, todos con diferentes focos pero apreciaciones teo-filosoficas a cerca de lo abstracto del pensamiento en términos de la teología, Alemania había tomado la teología reformada y la había convertido en libros inmensos y en conceptos casi ininteligibles al leerlos.
Pero entonces de algunos años para acá el mundo habla de lo que los teólogos de Latinoamérica están pensando y de la clave que los está llevando a ser eficientes en su manera de pensar: la forma de llevar a la realidad lo que se reflexiona, como la vida diaria nos habla del hambre, la pobreza, la miseria, la marginalidad y estos autores están pensando y reflexionando sobre esto y llamando a que la iglesia como representante del reino de Dios actué al beneficio de estos. Los teólogos nos están invitando a tomar en cuanto a los más pobres y necesitados, a colocarlos en nuestras primeras líneas de reflexión para dejar a un lado nuestras discusiones innecesarias sobre si Jesús era o no era Dios, estamos tomando la cristología y la estamos haciendo inmanente para quienes la tenían como algo totalmente trascendente.
Sin embargo aquellos que están dentro de la línea de pensamiento europeo están dándose cuenta que los latinos están pensado para la vida. Personajes como Juan J. Tamayo-acosta, Juan M. vigil estos españoles han reflexionado como latinos, escriben desde la marginalidad y todo porque la teología latinoamericana, la de la Liberación penetro profundo el pensamiento y ahora se habla desde la exclusividad y la inaceptación, se habla de la cristología en términos de la mujer, de los necesitados, de la economía como nuevo proceso teológico pero que ha sido aplastante para los pobres, eso nos quiere decir que los autores de hoy están bebiendo la forma en como Latinoamérica lo está haciendo, para construir, claro está, su propio contenido teológico desde su contexto.
La clave o hermenéutica de los pobres, la opción por los que son minoritarios está cada vez tomando fuerza, aunque hay quienes intervienen en el proceso y siguen con el pasado fundamentalista que los arropa y que los sigue llevando al pensamiento anglosajón, consecuentemente arrastrándonos a un retroceso teológico y a seguir viviendo de lo trascendental y abstracto, que llamaría como el arte de construir conceptualmente con intenciones de distinciones religiosas que sigue llevando a aquellos a ser una iglesia exclusivista y con poca apertura al diálogo ecuménico, mientras que los que han tomado la opción por el contexto de vida de Latinoamérica que es la pobreza evidente, está arrojándonos al dialogo con aquellos que han sido excluidos de las religiones oficiales para nuestras sociedades,  aquellos movimientos religiosos, tribus, leyendas indígenas religiosas están siendo tenidas en cuenta en el dialogo a partir  de que la teología de la liberación ha dado el paso para pensar en los marginados.
Entonces vemos la importancia de la contextualización teologica como un objeto importante cuando se habla de teología, ya que no solo vamos a tocar un bagaje Bíblico sino que este necesita de la importante reflexión con la realidad sin que esta dejara el debido respeto por la Biblia- como todo buen evangélico – para argumentar sus propuestas en fin de la transformación de aquella.
            Una cultura, poder y discriminación: el contexto como desafío
Con respecto a la contextualidad del mensaje que debemos expresar a la gente desde su realidad, no debemos olvidar que ella a pesar de su necesidad, también lleva implícito una estructura que lo hace característico, es decir, no es solo ver el mensaje, ver la necesidad, sino también ver el desafío, y a quien tendríamos que culpar de la vivencia de miseria como realidad imperante, es a la cultura dominante. Cada cultura es diferente en sí, y ella está relacionada directamente proporcional a su contexto, eso quiere decir en regla de tres que el contexto que asume la cultura que se está viviendo hoy día es de poder y exclusividad. Pannotto, Nicolas ( ) dice que la teología es siempre una construcción de sentido inscripta  en contextos específicos, o sea que la teología siempre partirá de un y hacia un contexto y por lo tanto una cultura especifica.
Así pues lo que pretendo es proponer o quizás re proponer una dinámica en círculos de dos términos importantes, en la que se vea superado esa ilustración o esa máxima atención en la razón, como superioridad ante la experiencia o fe de vida, una que lleve de la logia como estudio o discurso comprensible, al Teo, pero que luego vuelva al discurso o dialogo pero que de nuevo nunca olvide al Teo, a esa experiencia con Dios que se ve reflejada en las relaciones con los prójimo, al colocar horizontalmente a la razón y fe, nos despojamos de una categoría cultural de poder y discriminación, ya que nuestro dialogo comprensible estará centrado y vinculado en las relaciones que tienen que ver Dios y el prójimo.
Dicho de otra manera y en palabras de nuevo de Nicolas Pannotto, se necesita…un dialogo que reconozca la necesidad de apertura de su quehacer, donde todas las voces deben ser escuchadas y donde cada una de ellas posee un lugar particular de veracidad… tanto la racionalidad como la experiencia son parte del bagaje que todo teólogo tiene que dinámicamente aprender a colocar en su dialogo, en unos elementos de igualdad y no de superioridad.
Por esto ante un contexto de injusticia y de desprotección de los pobres, necesitamos de reflexión crítica que conlleve a la experiencia de justicia y paz, ante una cultura que explote a las mujeres, discrimine a los diferentes, no proteja a los débiles, la necesidad es la presentación de un Dios que está a favor de los pobres, los débiles y los marginados, estableciendo relaciones de igualdad entre todos los seres humanos. Cuando el patriarcado nos muestra un contexto de imágenes masculinas en la divinidad y en cualquier oficio a realizar, excluyendo a las imágenes femeninas, debemos argumentar la parte femenina de Dios y proponer una sociedad de iguales. La necesidad de un dialogo reflexivo entre razón y fe, se hace tan importante que altera o influyen en la manera en que transmitimos nuestro mensaje a la sociedad, y en la forma en que se utiliza de este discurso para transformar la misma.
Razón  - Fe en un dialogo de iguales
La teología necesita salir de los claustros científicos para que pueda proponer una teología que pueda ser discurso y dialogo para la participación no de unos pocos, sino de toda la comunidad, que la divulgación académica no necesite ser devocional para ser entendida por quienes consumen la teología, sino que la academia y la devoción puedan ir de la mano de forma que se hable de lo que la iglesia cree, y no de solo los que ellos creen.
La experiencia basada en la fe es un acto, más que un concepto, es un compromiso con el otro, en una relación con los demás, más que un cumulo de definiciones, así que estas definiciones necesitan estar expresadas en la vida diaria para con los que viven en necesidad, la praxis de la teología es tan fundamental como cada uno de criterios o concepciones en un dialogo de iguales, que no sea solo contemplación de la realidad, sino que también pueda mezclarse en la misma experiencia real en el contexto en que se esta dando el mensaje teológico.

 Bibliografía
1.      Rivera Pagan, Luis (2004) Signos de Vida: Fe y Razón en la teología Clásica. Pag, 34 – 36.
2.      Paul Tillich, Teología Sistemática I.
3.      Nicolas Pannotto, La Globalización y la Interculturalidad




No hay comentarios:

Publicar un comentario