viernes, 20 de diciembre de 2013

UNA POLÍTICA QUE VELE POR LOS DERECHOS DE LOS MENOS AVENTAJADOS: Derecho a la Libertad de Religión


Adolfo Cespedes
Universidad Reformada

Respecto a la lectura que hicimos en una declaración sobre politización de la religión y los derechos de las minorías religiosas, debemos precisar algunos puntos importantes que nos conllevaran a entender no solo el tratado que se dio en Busan Corea del Norte, sino que también aclararan nuestra visión acerca de cómo debería entenderse la libertad religiosa en nuestros contextos.
            En el esbozo que dio la CMI (Consejo mundial de Iglesias) nos dio a entender que la libertad de religión es un asunto político porque concierne a la sana convivencia humana, por lo tanto, ha sido acogida por los derechos humanos en el artículo 18 donde se puntualiza que el valor mas importante que debe reflejar esta política es y será la dignidad para todos/as. La CMI reconoce que este tema estaba fuera de su interés, y por lo tanto, también del nuestro como teólogos, es por eso que debe argumentarse en este espacio, en donde líderes de cientos de países se reúnen en reflexión y participación activa hacia el cambio de un contexto en que la religión debe incidir, ya que muchas de las acciones que desestabilizan una sana convivencia con los diferentes es y seguirá siendo la violencia basada en la diferencia religiosa.
            Entonces la política que vele por los derechos de los menos aventajados debe estar basada en la libertad, que es la expresión mas grande de los derechos humanos y que coloca cierto orden internacional en cuestiones de religión. Cuando hablamos de libertad asumimos un papel político a la vez, ese papel por el que luchamos muchas veces ante la aristocracia autoritaria que quiere robarla; ese papel que asumimos lo llamamos democracia, por cierto, un derecho inherente. La libertad religiosa es democracia, y la democracia incluye libertad religiosa.
            Además al asumir por la libertad religiosa votamos o elegimos también la igualdad y la justicia, la igualdad porque no excluye a nadie, ni menciona a un grupo religioso preferido (Problema actual representativo en temas de religión: que o quienes son mayoritarios o minoritarios) y la justicia porque debe dejar participar a todos y todas en el proceso de libertad.
            Ahora bien, en resumidas cuentas esta libertad religiosa debe estar basada en la libre determinación por escoger que creer, pero sin coacción ni coartar la libre expresión de pensar, ni de impulsos casi obligatorios por optar por este o aquel principio religioso, estos son las bases o contenido de la libertad religiosa, es eso el que debe respetarse, protegerse y promoverse, para que todas las comunidades religiosas puedan ser incluidas en un proyecto de paz, no de la falacia diferencial religiosa que lo único que promueve es la violencia y grupos extremistas (Fundamentalismo) que agreden con odio a quienes no piensan igual religiosamente hablando.
            Así que la política que vele por los derechos de comunidades menos aventajadas debe estar basada en estos tres principios: Libertad, Igualdad y Dignidad, violar el derecho a elegir en que creer es negarle la oportunidad a que en las comunidades religiosas sean el seno de la libertad, igualdad y dignidad humana, es violar sus derechos humanos como tal, los mas afectados por lo tanto son las minorías, que aplastadas por las comunidades mayoritarias (quienes tienden a ser la de los grupos extremos) son discriminadas.
Por otro lado, entonces vemos que el enemigo número uno de la libertad religiosa es la politización de la religión o la religionización de la política, dos factores que marcan fuertemente a esa misma libertad y que la coartan porque una en la primera de estas trata de utilizar la religión para fines políticos jugando con los sentimientos de quienes son minoritarios dice el texto explicando: “Esta tendencia contribuye a justificar en las personas de diferentes religiones la estrechez de miras frente a los sentimientos religiosos y a que consideren que su religión es mas importante” (CMI, 2013: 3)
Mientras que los otros son la tendencia de proteger ante todo la religión sobre los derechos de los seres humanos, se opta por colocar por encima los dogmas o vicisitudes de la religión por encima de las personas, dejando por el suelo los derechos humanos y la validez de una política que vele por los que son excluidos, porque nos conlleva con mas ahínco a discriminar, excluir y menoscabar a las comunidades religiosas que no compartan mis ideales.
La religión es para volvernos a unir a Dios, lo que nos une una y otra vez a lo trascendente, y como tal a un Dios que promueve la libertad, la dignidad humana y sobre todo la igualdad ante las diferencias, si esto no motiva el derecho a la libertad religiosa entonces se estará apoyando a los grupos extremistas que legitiman la violencia y la exclusión y no la paz que Jesús nos dejó: “mi paz os dejo, mi os doy, no como el mundo la da (no discriminando y violentando al diferente)…”


            Bibliografía
1.  Consejo Mundial de Iglesias (2013). Declaración sobre la politización de la religión y los derechos humanos de las minorías religiosas. Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz. Documento N° PIC 02.1. Republica de corea: Busan. 

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